Manifiesto del Grupo Karame: Grupos de Estudio, Memoria, Solidaridad

Traducción del manifiesto en lengua árabe aquí.

Con los pueblos de Siria, Oriente Próximo y Magreb

«La revolución de la gente común que reivindicaba libertad, justicia y dignidad, y lanzaba su mensaje de pacificación como objetivo y como método de lucha revolucionaria.»

Quiénes somos
Somos mujeres y hombres que nos hemos encontrado en estos años en el compromiso al lado de las poblaciones de Oriente Próximo y de Siria en particular. Algunas y algunos integrantes de Socialismo Libertario, otros y otras personas comprometidas en esta causa común. Un compromiso constante y a contracorriente durante estos 8 años, que ha permitido profundizar nuestras reflexiones, nuestro conocimiento mutuo y nuestra amistad. Un recorrido que nos ha transformado y enriquecido en el plano ideal y humano. Sobre esta base nos proponemos dar vida a esta nueva propuesta de encuentro e iniciativa.


En qué nos inspiramos
Nos basamos en los ejemplos humanos de las revoluciones de 2011. Sobre todo en sus expresiones más avanzadas, la de Plaza Tahrir en Egipto y de la revolución siria, sin olvidar otros comienzos revolucionarios en otros países de la región.

Nos inspiramos en cómo estas experiencias se han reconocido y recogido por parte de grupos y personalidades en el tiempo y, en particular, por la Corriente humanista socialista.
Reivindicamos la solidaridad a lado de los pueblos de Siria a lo largo de estos años contra el régimen asesino de Asad y sus cómplices internacionales.

Denunciamos el silencio cómplice de las potencias internacionales ante el sufrimiento de la gente de Siria.
Denunciamos también las intervenciones directas e indirectas habidas en el conflicto. La presencia de fuerzas militares de ocupación, desde las tropas de Rusia, Irán y Hezbollah, hasta las tropas de EE.UU., Gran Bretaña y Francia, sin olvidar las intervenciones de Israel y el rol de los regímenes de Arabia Saudí y Qatar. Presencias militares para favorecer sus intereses a espaldas de los del pueblo sirio y su sufrimiento.


Creemos que estas revoluciones han sido un extraordinario ejemplo para el compromiso y la lucha por la libertad y la justicia contra la opresión. Por eso consideramos muy grave la insensibilidad con las que han sido vividas por gran parte de las izquierdas que, en determinados sectores, en nombre de un imaginario antiimperialismo, hasta se han posicionado al lado del régimen de Damasco defendiendo sus crímenes.


La solidaridad con la lucha y la resistencia en Siria no significa que este proceso haya sido el mismo en el tiempo. Nosotros nos inspiramos y reivindicamos sobre todo lo que reconocemos como la fase revolucionaria de esta lucha, desde 2011 hasta 2012. Nos referimos a la dinámica ascendente de las movilizaciones promovidas por los Comités locales de coordinación, la actividad de los Consejos, antes de que la guerra la golpeara y luego las derrotara. La revolución de la gente común que reivindicaba libertad, justicia y dignidad, y lanzaba su mensaje de pacificación como objetivo y como método de lucha revolucionaria.
Una revolución que sacudía las tradiciones, que planteaba la unidad, libertad y solidaridad entre personas de diferente procedencia geográfica, étnica y religiosa: personas de confesión musulmana (sunnitas, chiitas, alauitas…); drusos; cristianos; de etnia árabe, kurda, asiria, armenia…, de origen sirio o palestino…; sabiendo además que estas mismas pertenencias étnico-religiosas se combinan entre ellas.


Una revolución en la que fueron fundamentales las mujeres, protagonistas junto con las generaciones más jóvenes del inicio de la revolución.
Una revolución que finalmente ha sido derrotada por la guerra, el terror, la complicidad y la indiferencia internacional. Una revolución que sin embargo no ha sido vencida ni cancelada en la conciencia de muchas personas que la han protagonizado y acompañado.


Qué nos proponemos
Queremos profundizar, extender y organizar mejor nuestro compromiso. Mientras denunciamos la condición de los pueblos de Siria bajo Asad y pedimos justicia ante sus crímenes; mientras pedimos libertad para los presos en las cárceles del régimen; mientras luchamos por la solidaridad hacia todas las personas obligadas al exilio; mientras hacemos todo esto, no queremos olvidar las razones positivas y los extraordinarios ejemplos de libertad que estuvieron en la base de la revolución siria. No queremos que la guerra, la tragedia de la represión y del exilio oculte o mistifique el patrimonio humano e ideal de las revoluciones de la gente común de 2011. Nos proponemos defender y dar a conocer estas experiencias. Nos proponemos hacer de esas vivencias una cultura y por tanto una fuente capaz de inspirar elecciones de compromiso para la liberación humana de cara al futuro.


Qué son los Grupos de estudio, memoria y solidaridad
Son agregaciones que se proponen dar vida a una actividad de reflexión, debate y promoción de iniciativas públicas.


Nos proponemos conocer los acontecimientos revolucionarios de Siria, Oriente Próximo y Magreb, tanto en sus específicos desarrollos como en comparación con otras experiencias históricas e intentos de liberación humana y social. De este estudio intentaremos reconocer las lecciones más generales que podemos extraer para imaginar la plena afirmación de la humanidad contra todas las formas de opresión a las que se enfrenta.


Nos comprometemos a dar a conocer las fuentes y los testimonios de estas revoluciones con una actividad de difusión y contra información que pueda permitir a quienes no las hayan conocido formarse una idea y, si lo eligen, puedan reconocerse en sus ejemplos y empezar a razonar sobre la realidad existente y sus posibles perspectivas futuras.


La solidaridad supone distintos planos. Nos proponemos una actividad de orientación e iniciativa en tres aspectos principales: de cara a la realidad siria, de cara a la realidad de la región y de cara a la solidaridad antirracista.
La solidaridad con los pueblos de Siria. Hoy esto significa romper el velo de silencio sobre la realidad de guerra, represión e injusticia que padecen bajo el régimen de Asad y de sus aliados. Sostener las iniciativas de los compañeros y familiares de las personas detenidas o desaparecidas. Dar a conocer las peticiones de verdad y justicia hacia los crímenes cometidos por el régimen y los procesos instruidos contra los culpables. No aceptamos ni nos resignamos a la “paz” del régimen de Asad. No existe ninguna posibilidad de paz y de libertad bajo el régimen de Asad. De cara al futuro, creemos que cualquier solución mínimamente aceptable ante el drama actual tendrá que pasar por el respeto de las exigencias de libertad, justicia y dignidad que se lanzaron en 2011 y por el reconocimiento y el castigo de los crímenes del régimen asesino.


La solidaridad con los pueblos de la región. Creemos que las experiencias de PlazaTahrir de El Cairo y de la revolución siria de 2011 han supuesto un cambio sustancial a la hora de pensar los movimientos de liberación también para los otros pueblos de la región. Han proporcionado una extraordinaria prueba de auto organización, de unidad y de solidaridad. Un ejemplo para el futuro y una evidente alternativa con respecto a las fuerzas y partidos tradicionales, tanto laicos como religiosos, a su lógica políticomilitar, a su práctica autoritaria burocrática y a menudo corrupta, en todo caso separada y contraria a la libre iniciativa de las poblaciones. Esta herencia de las revoluciones de 2011 nos acompañará en la solidaridad con las esperanzas de libertad de todos los pueblos árabes y medio orientales contra los regímenes opresores de la región. En este contexto, merece una mención especial la condición dramática del pueblo palestino bajo la opresión del estado sionista de Israel. Un drama complicado más aún debido a la insensibilidad o a la contrariedad con la que la mayoría de la gente de Palestina, y aun más sus organizaciones políticas, ha vivido las revoluciones de 2011.


Solidaridad con la libertad, la justicia y la dignidad de las poblaciones y de las comunidades y, por lo tanto, la más firme denuncia de la lógica y la práctica de todas las formaciones terroristas. En particular contra el Estado Islámico de Iraq y Levante (ISIS), un monstruo reaccionario, cuyo totalitarismo de corte neonazi ha contribuido, entre otras cosas, a ahogar la revolución siria mientras su práctica mortífera se extendíaa nivel internacional.


Solidaridad con todas las personas refugiadas e inmigrantes en búsqueda de una vida mejor, tanto las que huyen de territorios en guerra y que sufren la represión, como los que abandonan sus países de origen para mejorar sus condiciones de existencia. Reivindicamos el derecho de la humanidad, sin exclusiones, a moverse libremente.


Reclamamos el derecho para todas las personas a una acogida digna y sin condiciones en los territorios a los que llegan y a vivir con plenos derechos en los territorios donde eligen residir. Esto significa por tanto nuestra oposición al racismo, la xenofobia, la islamofobia y el antisemitismo que están creciendo en el continente europeo.


A quién nos dirigimos
A las personas sensibles con las esperanzas y el sufrimiento de los pueblos de Siria y de la región, que quieren encontrar en los Grupos un ámbito para el encuentro y la reflexión.

A las personas que, dentro y fuera de Siria, quieren mantener viva la memoria de la lucha por la libertad, la justicia y la dignidad.
A los activistas, colectivos y personalidades que, en la península y a nivel internacional comparten las motivaciones y los objetivos de nuestro compromiso

A las personas y los grupos que, aun sobre posiciones distintas, estén interesados en tener un contacto o una coordinación sobre algunos aspectos comunes de la solidaridad con los pueblos de Siria y Oriente Próximo.


Cómo nos queremos constituir
Los grupos tienen unas reuniones periódicas a nivel de la península para definir los planes generales de su actividad y su equipo de coordinación.
Los grupos tienen sus reuniones ordinarias a nivel local, donde se desarrollan sus actividades de reflexión y debate y se definen las iniciativas de difusión sobre la memoria de la revolución y su actualidad, así como las iniciativas públicas de denuncia y solidaridad que van a promover o en las que van a participar.
Todas las actividades y los instrumentos de los Grupos de estudio, memoria y solidaridad son autofinanciadas.